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Ética y tarot

En 2003, la maestra Den Elder, fundadora de la International Society Helping Tarot, lanzó una convocatoria a todos los profesionales del tarot a rescatar su uso desde un enfoque experto y versado, dejando de lado las malas prácticas que se habían desarrollado anteriormente.

 

En 2011, en el marco del Primer Congreso Internacional de Tarot, celebrado en Barcelona, se creó el Código Ético del Tarot, al que está adherido esta plataforma, con el reconocimiento ante la Red Internacional de Congresos del Tarot.

La máxima del Código Ético del Tarot puede resumirse en la siguiente afirmación:

"Nosotros orientamos, las personas deciden"

Código Ético del Tarot

1. Creemos en el libre albedrío

Las cartas indican pero no sentencian. Cuando interpretamos una lectura del Tarot vemos como está cada situación en esos momentos y hacia dónde se dirige. A  partir de ahí, es el propio consultante quien  decide si va por este camino o por otro.


2. Informamos de las opciones, no tomamos decisiones

Delante de cualquier decisión del o de la consultante, nosotros informamos de las diferentes opciones, pero es la persona quien debe decidir hacia donde quiere ir, cómo y cuándo. Eso sí, nosotros debemos informarle de que es lo que puede encontrarse en cada camino.


3. Respetamos las maneras de pensar y hacer

No juzgamos. En ningún caso emitiremos juicios  internos ni externos del o la consultante. Cada uno tiene sus razones y nadie es ni peor ni mejor. Nosotros no sabemos como actuaríamos en esas mismas circunstancias y con las experiencias de otro.


4. Ayudamos a aprovechar y a sacar el máximo partido de los potenciales  del o la consultante y de cada momento

Los oráculos son herramientas con las que podemos ayudar y guiar muy bien a los demás. Una de las maneras, es fomentar los potenciales y recursos que todos tenemos, y que muchas veces no vemos o no somos conscientes. Y cuando vemos un buen momento en cualquier ámbito (trabajo, sentimientos, dinero, crecimiento personal…) debemos hacer que el consultante lo aproveche al máximo.


5. Detectamos las posibles dificultades y buscamos soluciones y maneras para evitarlas y/o superarlas

Cuando vemos una dificultad, sea la que sea, pequeña o grande, siempre deberemos avisar a nuestro consultante y orientarlo positivamente sin asustar. Deberemos ver cómo podemos superar o evitar las situaciones más complejas y, si no podemos, encontrar cual es el camino más suave y qué aprendizaje debe realizar para superar de la mejor manera la dificultad. Nunca seremos deterministas, ni negativos, ya que esto solo inquietaría más a nuestro consultante y empeoraría la situación. A nosotros nos corresponde ayudar a la persona consultante a ver otras opciones y posibilidades.


6. Utilizamos un lenguaje claro y adecuado

Es muy importante utilizar un lenguaje que se entienda, que sea cercano, concreto y claro, sin divagar ni dispersarnos. Deberemos evitar lenguajes muy técnicos que no facilite su comprensión.

 

7. Confidencialidad de la información

Tanto de la que hemos recibido por parte del consultante, como de las recomendaciones y orientaciones. En sentido amplio y profundo. La persona que ha venido a nosotros lo ha hecho con toda la confianza y merece la privacidad de todo lo que se ha explicado y de su propia persona. Siempre aplicaremos el secreto profesional.


8. No utilizaremos información en beneficio propio

No utilizaremos nunca ni directa ni indirectamente, la información en beneficio propio.

9. Sólo las acciones y decisiones de la persona consultante pueden modificar su futuro

La única cosa que nosotros podemos hacer y debemos hacer de la mejor manera que nos sea posible, es orientar. La última palabra sólo la tiene el propio consultante con su trabajo personal. Por lo tanto, nunca intervendremos de ninguna manera para modificar su futuro ni con magias, ni dirigiéndole la vida, ni diciéndole lo que debe hacer.


10. Tendremos un precio establecido previamente, definiendo el servicio que daremos

​La retribución deberá estar ajustada a la dedicación, capacidad y experiencia contrastada. Informaremos de las características del servicio que ofrecemos en nuestros materiales de difusión y a la hora de concertar una visita, indicando la duración de la consulta, si adjuntaremos algún documento o grabación y el precio de la misma.

Recomendaciones para los consultantes

  • Es conveniente aclarar que somos intérpretes del tarot y no videntes. Las cartas reflejan la situación planteada a través de la sincronicidad y la evolución de una situación.  El tarot y la videncia son dos campos distintos, aunque pueden coexistir.

 

  • Debemos plantear las preguntas de forma clara.

 

  • Debemos saber que el tarot, en su función de oráculo, hace que cuanto más concreta sea la pregunta mejor, mejor será la respuesta. A mayor  claridad de la pregunta, mejor claridad de la respuesta.

  • Respecto a las preguntas por el tiempo hay que saber que en el inconsciente no hay tiempo, porque es igual que el mundo de los sueños y se viven acontecimientos sin saber en qué época ocurren. 

  • El tarot marca hechos, no fechas

 

  • El futuro es la consecuencia de nuestros actos, aunque sí nos condiciona el país donde nacemos, la raza, la familia... El tarot nos ayuda a comprender nuestro presente para crear nuestro propio futuro.

 

  • Gracias al tarot podemos identificar los condicionantes que van a incidir en su destino, es decir, aquellos aprendizajes que va tener que realizar a lo largo de su vida. El futuro (es decir, las acciones concretas a través de las cuales realiza este aprendizaje) las decide cada uno con su libre albedrío

 

  • El tarot no fue creado para responder a preguntas como ¿me va a tocar la lotería?, ¿cuándo se morirá tal persona?, ¿cuántos años viviré? Más bien fue creado como una herramienta que  permite vislumbrar nuevas y distintas posibilidades.

 

  • Quien realmente mueve al consultante a escoger las cartas es su propio inconsciente, eligiendo las cartas que más ayuda le pueden ofrecer en ese momento. Dándole la respuesta y consejo que realmente necesita aunque no sea lo que él espera oír. El tarot responde en primer lugar al consultante

Recomendaciones para los tarotistas

  • La primera motivación del tarotista debe ser la de prestar un servicio a través del tarot y no usarlo exclusiva ni prioritariamente como una forma de  ganar dinero. Aun así, es necesario tener una retribución por las consultas, pues invertimos nuestro tiempo y preparación para ello. 

  • Es imprescindible recordarle al consultante que no tema las cosas que aparezcan en la tirada de cartas, ya que éstas son los instrumentos con los que va a contar para corregir y mejorar su vida y la de sus familiares. Saber que no hay cartas buenas y malas, sino que todas expresan estados interiores. El concepto de bien y mal es sólo una creencia mental basado en nuestros juicios personales de la realidad. Lo que para una persona pueda estar bien para otra puede estar mal, y viceversa.

  • Es importantísimo remarcar siempre que el futuro se puede cambiar. Daremos siempre esperanza al consultante y a ver el lado positivo de cada situación.

  •  En preguntas sobre relaciones afectivas, en lugar de hablar sobre engaños, infidelidades o dar la culpa a terceras personas, nos centraremos en ver qué no funciona en la relación, y si tiene solución.

  • No debemos diagnosticar enfermedades con el tarot, pues esto corresponde sólo a los médicos. Si preguntan sobre la salud, le enviaremos al médico en caso que el tarot avise sobre algún problema. El consultante debe acudir al especialista para que le pueda tratar su enfermedad de forma más rápida ya sea con la medicina tradicional o la alternativa.​ 

  • Si el consultante pregunta por una tercera persona, no se debe realizar la consulta sin el permiso de la misma. Pero sí podemos preguntar acerca  de la relación con ella o cómo sus acciones nos afectan de forma directa o indirecta.  

  • Enseñar al consultante que no siempre sus problemas son resultado de trabajos de magia negra, ya que en la mayoría de ocasiones lo que nos ocurre es producido por nosotros mismos. Tenemos tendencia a echar las culpas a los demás de situaciones creadas por nosotros mismos. El tarot  y la magia son conceptos distintos.

  • Quedarán expresamente fuera de nuestro trabajo actos tales como realizar trabajos para separar una pareja, para perjudicar a alguien, para conseguir el amor de una persona, para que la otra persona cambie, etc. En todo caso pediremos ayuda a su ser superior para que le dé luz, comprensión y le despierte el amor. 

  • Dignificaremos nuestra labor en todos los ámbitos. Y nos esforzaremos para dar una buena imagen. Siempre que sea necesario defenderemos nuestro trabajo,  haciendo pedagogía con nuestro ejercicio diario en el ámbito privado y público. Defenderemos nuestra labor delante de afirmaciones injustas, difamaciones y ataques basados en informaciones inútiles.

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